Es fácil pensar que el auge del coworking es meramente una consecuencia temporal relacionada con el covid y el teletrabajo. Pero la verdad es que la expansión del coworking es anterior a la pandemia y a la normalización del teletrabajo, y que, desde que el CoViD ha pasado de largo, la tendencia no ha hecho más que aumentar. ¿Quieres saber un poco más de la historia de esta forma de trabajo que se está estendiendo por el globo? La evolución de los espacios de coworking y del tipo de profesionales que se sienten atraídos es una historia fascinante que refleja muchos de los cambios que se estan produciendo en la sociedad en general y en el mercado laboral en particular. Desde sus modestas raíces a principios del siglo XXI, el coworking se ha convertido en una tendencia global que afecta a una amplia gama de sectores y geografías.
Los orígenes del coworking
La década de los 90, Brad Neuberg, un programador informático, buscava un espacio de trabajo más colaborativo y social que el entorno de trabajo tradicional de su empresa. Imaginaba salir del círculo reducido de expectativas y puntos de vista, y poder tener al abasto todas las ventajas de la multidisciplinariedad sin dejar de dedicarse a su trabajo ni perder capacidad de concentración o productividad. Fue él quien acuñó por primera vez la palabra "coworking".
Con los años, la idea de coworking empezó a pasar del capricho de un pionero a toda una posibilidad de modelo alternativo de trabajo. No hace ni quince años que empezó a implementarse en varios espacios, yendo de los Estados Unidos a Europa, y pronto empezó a ganar terreno.
No solo para los freelance
El coworking representó pronto una solución para profesionales freelancers y empresas emergentes que buscaban un espacio de trabajo en lugar de estar cerrados en casa o en un café. No fué hasta que el concepto ya estaba implementado que se vió la limitación (solo para freelancers) era inecesaria: el coworking constituía una alternativa real a las oficinas tradicionales. Este cambio se vió impulsado por muchos factores, incluidos los cambios tecnológicos que permitieron a los trabajadores trabajar desde cualquier sitio. Pero uno de los factores clave que lo hicieron estallar fue la conciencia social que el trabajo tiene que ser compatible con unos buenos estándares de vida. El coworking es una consecuencia natural de una concepción más moderna del trabajo, que entiende la necesidad de mejorar la calidad de vida y la flexibilidad en el lugar de trabajo. Y esto, está claro, no es una moda. En el coworking en Igualada Cal Neri tenemos presente esta prioridad y trabajamos para que el trabajo sea un sitio más amable.
Expansión
A nivel mundial, el coworking ha experimentado una expansión espectacular en los últimos años. En muchos países, el coworking se ha convertido en una opción popular para empresas de todo tamaño, desde start-ups hasta grandes corporaciones. El coworking también ha ganado terreno en sectores varios, desde la tecnología y las startups hasta la consultoría y las finanzas. Debido al perfil profesional diverso de Igualada, y a la conexión con una de las ciudades más globales y ricas del mundo —Barcelona—, en el coworking en Igualada Cal Neri podrás encontrar trabajadores de todo tipo de sectores.
Como todo gran cambio en las tendencias laborales, la consolidación del coworking ha tenido un impacto importante en el mercado laboral. El coworking ha permitido a las empresas contratar trabajadores en lugar de invertir en infraestructuras costosas y ha ofrecido a las personas la flexibilidad de trabajar desde cualquier lugar. Esto, a su vez, ha impulsado la creatividad y la inovación, ya que las personas tienen más oportunidades para colaborar y aprender las unas de las otras. Hoy en día, trabajar en un coworking, con las ventajas y prestaciones, te puede abrir la puerta a trabajos de todo el mundo.
Una tendencia al alza
¿Es constante, pues, el auge del coworking? Lo es: va a más y no para. En algunas regiones del mundo, como ahora Europa y América del Norte, el coworking es ya una práctica bien establecida, con una penetración del 17% y el 15% respectivamente en el mercado de alquiler de oficinas. En Asia, el mercado del coworking está creciendo a un ritmo menos veloz pero constante, con un aumento del 25% en la demanda de espacios de coworking entre 2018 y 2019.
Y, como con toda tendencia, una forma de saber si es una moda es preguntar si es buena. Las cosas buenas (como los platos de nuestras abuelas) perduran; las modas (como los cupcakes malos) pasan.
En este sentido, el coworking tiene todos los números para triunfar. La manera como está afectando a la dinámica del trabajo es predominantemente positiva, y sus usuarios también dan buenas referencias. Según un estudio realizado por DeskMag, el 83% de los miembros de coworking informan que han mejorado su productividad desde que empezaron a trabajar en este tipo de espacio. El mismo estudio revela que el 70% de los miembros de coworking han ampliado sus redes profesionales gracias a su participación en esta comunidad.
No nos tendrían que sorprender, pues, los resultados que diagnosticó el informe del estado del Coworkin en el Estado español, publicado el noviembre pasado. Según este informe, el 30% de las oficinas seran de Coworking el 2030. ¡Una razón significativa para buscar uno de confianza!
